Reconocimiento dactilar
La biometría y el uso de una parte del cuerpo como elementos de seguridad no deberían sorprendernos. De hecho, son comunes los documentos de identidad y pasaportes biométricos centrados en la huella del dedo. También es generalizada esta práctica en el sector bancario, sistema de votaciones, prisiones,…, por nombrar algunos.
No obstante, en el entorno de la tecnología han surgido muchas preguntas en torno a la biometría como garante de seguridad. Cuestiones éticas, implicaciones de tipo identidad individual,…
Por ello, aclaremos los conceptos. La biometría informática significa el uso de rasgos físicos o de conducta de un individuo como verificación de su identidad. Así, la retina, el iris, rasgos faciales, venas de la mano,…, son rasgos identitarios.
Apple no ha sido original al crear el iPhone 5s Touch ID en cuanto a tecnología. Ha sido original al llevar dicha tecnología a los teléfonos inteligentes.
Tecnología inmadura
El lector de huellas Touch ID permite desbloquear el móvil y realizar compras sin tener que introducir contraseña alguna. Sin embargo, esta innovación tiene aun muchos fallos que subsanar. Algunas voces han explicado que el sensor inteligente memoriza mejor tu huella cuanto más veces lo haya hecho. Pero las quejas de los usuarios no parecen darles la razón.
iOS 7 supone una mejora al tomar el relevo en este punto, analizando hasta el más mínimo detalle de los surcos de nuestra huella para analizar si coincide con las almacenadas previamente de forma cifrada en el Secure Enclave del chip A7, confirmando así nuestra identidad.
¿Por qué elegir la huella dactilar?
¿Qué parte de nuestro cuerpo es la que mantiene un mayor contacto con el teléfono? Es lógico que Apple escogiese la huella dactilar de uno de los apéndices de la mano como instrumento que determine la seguridad.
Además, los lectores de huellas digitales son pequeños, intuitivos, no-intrusivos y relativamente fáciles de utilizar. Por lo tanto, no es sorprendente que la compañía de la manzana haya optado por seguir la tecnología de identificación de huellas dactilares como una forma de mejorar el iPhone.
El uso de técnicas biométricas en los teléfonos inteligentes integrará a éstas, sin duda alguna, en la vida cotidiana. Lo que hará que se diluya ese miedo que tenemos a registrar una parte de nuestro cuerpo. Así, dar la huella del dedo, permitir que nos escaneen el iris del ojo o la mano será cada vez una práctica más común que dejará de crear inquietud.
Dilema social
La biometría se centra en un rasgo identificativo de un individuo. Por lo tanto, una característica imposible de substituir. Cuando una persona presta su huella, ojo,…, para su escaneo está dando elementos que le diferencian de la humanidad, que le definen y definirán siempre como un individuo específico.
Precisamente ahí nace el miedo social. La posibilidad de que estos elementos sean falsificados por terceros implica que la identidad de la persona puede ser robada, copiada, reproducida. Y ahí es donde está el problema, que ese rasgo corporal no puede ser cambiado o substituido por uno nuevo, a salvo de posibles robos. No pueden modificarse.
Cuando nos roban un elemento biométrico no hay paso atrás. Se pierde para siempre.
Seguridad en Apple
Como consecuencia de todos estos temores, Apple ha especificado claramente que las huellas dactilares son cifradas y almacenadas localmente en el iPhone 5s, y que nunca se envían a los servidores de Apple o forman parte de las copias de seguridad de iCloud.
Ante las acusaciones de compartir información sensible con la NSA (Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU.) Apple es tajante, “no ofrecemos acceso directo a nuestros servidores a ninguna agencia gubernamental, y cualquier agencia del gobierno que solicite información de nuestros clientes debe conseguir una orden judicial”.