El mercado de pagos móviles está en auge, con propuestas como las de Apple, Samsung y Google a través de Apple Pay, Android Pay y Samsung Pay. Estas soluciones abren además las puertas a los pagos autenticados por biometría.
Justamente este submercado, el de los pagos móviles biométricos, multiplicará más o menos por tres su volumen en los próximos meses. Pasará de los 600 millones de dólares de 2016 a los cerca de 2.000 millones de dólares en 2017, según cálculos de Juniper Resarch.
Y es que cada vez existen más dispositivos como smartphones que cuentan con sensores de huellas dactilares. Por ejemplo, para este año se espera que 60 de cada 100 modelos de teléfonos inteligentes que se distribuyan este año cuenten entre sus especificaciones con un sensor de este tipo. Y no hace falta irse a los ejemplares de más alta gama. Las marcas chinas, sin ir más lejos, ya apostarían por incorporar esta característica en la gama media.